Los productores ovinos reportan un cambio en el consumo de carne por parte del consumidor paraguayo, que hoy ya logra diferenciar el tipo de proteína y está superando el tabú del sabor.
El desafío será aumentar la majada para responder a la demanda del mercado, según indicaron desde la Asociación Paraguaya de Criadores de Texel.
“Hoy el paraguayo ya diferencia entre cordero y oveja, y estamos viendo un interés creciente por esta carne más tierna”, expresó a la Asociación Rural del Paraguay (ARP) Johanna Bottrell, miembro del gremio, quien instó a los productores a invertir en el rubro, atendiendo el potencial de crecimiento para el mercado interno como con miras a la exportación.
Aseguró que tras la apertura del ala ovina del frigorífico Victoria se pueden faenar 200 ovinos al día y están habilitados para realizar exportaciones a Israel, por lo cual la industria ya está instalada.